Capítulo 2 disponible el 2 de Agosto.

lunes, 28 de julio de 2008

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Pues eso, que el Sábado 2 de Agosto tendré listo y subiendo el cap. 2, que llevará por nombre "Berenice Dursley" Supongo que podéis haceros una idea de cómo estará, aunque espero darles alguna que otra sorpresa. De todas maneras, seguramente dedicaré alguna entrada futura al cumpleaños del héroe de rayo: Harry Potter, que el Jueves 31 cumplirá 28 años! Nos reservaremos las felicitaciones para entonces.
Espero que los que estéis de vacaciones os lo estéis pasando de maravilla, y los que (como yo) siguen en clases o incluso con exámenes (como yo), esforzaos y seguro conseguirán buenas calificaciones.
Yo de momento me despido, aunque me verán regresar de un momento a otro... por ahora tengo que marcharme a estudiar para un examen de Lenguaje y Literatura que seguro y me va fatal :(

Besos mágicos de

Luna Black

Capítulo 1: Allison Parker

sábado, 26 de julio de 2008

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El orfanato Hardwalk, en Sanborton, nunca ha sido conocido por algún suceso paranormal, ni nada realmente extraordinario, como fantasmas o mensajes que aparecen solos, o eso es lo que se aprecia a simple vista. Los más de cuatrocientos niños y niñas que viven ahí suelen venir de distintas partes del país, ya que es un orfanato reconocido; de hecho, es el orfanato más famoso de ese lado de los Estados Unidos. No es que fueran muy ricos, ni mucho menos, pero ese orfanato tenía la particuliaridad de que cada niño que salía de ese lugar poseía ciertos talentos innatos. De ahí han aparecido virtuosos en la escritura, las artes, matemáticas, astronomía, tal vez no muy expertos, pero con cierto don natural. Una niña de no más de diez u once años estaba sentada frente al pequeño y viejo piano de cola, pasando los pequeños dedos por las teclas blancas y negras, sacando del corazón una melodía algo misteriosa.
Para nadie era un secreto que de todos los virtuosos niños del orfanato Hardwalk, Allison Parker era la más virtuosa, a pesar de no quererlo así. Con su cabello castaño casi negro cayendo suavemente en forma de una melena que apenas le llegaba a los hombros y con las puntas hacia todas direcciones a pesar de tener todo el resto del cabello perfectamente ordenado, y sus ojos castaños que centelleaban tras sus gafas de montura redondeada, era uno de los sucesos más extraordinarios que les había ocurrido en cien años. Las cuidadoras, las hermanas Claire y Sophie, durante mucho tiempo estuvieron observando a la pequeña, dándose cuenta de una serie de peculiaridades bastante extrañas.
Primero, sabían que a la pequeña Allie le gustaba leer. En su modesta habitación dentro del orfanato tenía varios (aunque pocos) libros, algunos realmente gruesos y de historias bastante misteriosas, por ende, no era difícil encontrar a la pequeña deleitarse con algún libro de la saga de El Señor de los Anillos, o algún cuaderno donde tuviera copiadas algunas páginas de Crepúsculo o algún libro de historia parecida a Dungeons & Dragons. En definitiva, lo que más le gustaba a la pequeña eran los libros sobre magia. Cosa extraña en un orfanato religioso, pero lo dejaron pasar. Eran sólo libros, sólo eso. Aunque no dejaba de sorprenderles la velocidad con la que leía y que recordara hasta el más ínfimo detalle de manera tal que te lo decía justo después de que preguntaras.
Segundo, tenía cierta afinidad con las personas. Siempre que llegaba algún niño nuevo o algo así, era la primera en darle la bienvenida y tratar de ser su amiga. A pesar de ser tan sociable, nunca la adoptaban, ya que ella misma les hablaba de alguno de sus amigos con la clara intención de que lo adoptaran a él en vez de a ella. Cosa que nunca supieron explicarse, pero de todas maneras dejaron pasar. Seguramente era por el simple hecho de que prefería quedarse en el orfanato hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Y tercero, y sin duda lo más importante, el pequeño colgante que siempre pendía de su cuello. Muchas veces intentaron abrirlo, pero no pudieron. Tenía un adorno con forma de escudo, aunque estaba gastado por el uso. Parecía hecho de plata, lo cual seguramente era cierto, por el hecho de que nunca se oxidó. Detrás del escudo tenía un pequeño lema escrito en latín: "Draco dormiens nunquam titilandus", (nunca le hagas cosquillas a un dragón dormido). Cuando las hermanas lo tradujeron, no entendieron nada. Pero eso no era lo único extraño de ese colgante.
El hecho era que esa cadena siempre estaba involucrada con los sucesos más extraños que ocurrieron alrededor de Allison Parker.
Por ejemplo, el día siguiente de que Beatrice Summers se burlara de la cadenita diciendo que era un "feo alambre con una moneda colgando", tenía la varicela y no podría ir al paseo al campo que tenía organizado el orfanato para ese día. También estaba aquella vez en que Jack Hopkins intentara quitárselo a la fuerza casi ahogando a la niña, una hora y media después lo encontraron llorando y lleno de barro, con el brazo roto porque se había caído de un árbol al que subió para sacar su frisbee. Y así se sucedían distintas situaciones que siempre terminaban con que los chicos que algo malo tenían que ver con la cadena resultaban dañados. Es por estas y otras razones que en el orfanato Hardwalk el nombre de Allison Melanie Parker era asociado con problemas al cuadrado. En todo el sentido de la palabra. Creían que era una chica sin duda extraña, que al parecer tenía la protección de algún espíritu o ser, cosa que nunca se pudo comprobar a ciencia cierta, dado que es de común pensamiento que cosas como ésas no existen. Así que la opinión general, difundida por las hermanas y aceptada en todo el orfanato, era que se trataba de una chica normal, pero que solía aparecer en el momento equivocado.
En realidad, los equivocados eran ellos.
Sucedió una mañana de Julio. Extrañamente, había llovido de forma torrencial durante la noche, siendo que estaban en pleno verano. Mientras los niños iban en filas a desayunar, Allison Parker estaba invariablemente leyendo, esta vez parecía un libro sobre criaturas sobrenaturales, hasta que la hermana Claire la llevó a comer. No ocurrió nada extraordinario durante el desayuno, que consistía en un poco de pan con mermelada y un tazón de leche.
En el momento en el que las hermanas llevaban los tazones sucios a la cocina para que los lavaran, tocaron suavemente al timbre. La hermana Marie fue a abrir, dejando ver a una mujer bastante bonita, de no más de treinta y seis años. Su cabello rubio algo desgreñado le cubría totalmente la espalda y sus ojos azules mostraban un ligero deje de sorpresa permanente, junto con un suave pero palpable aire de chiflada.
- Buenos días - dijo la mujer, hablando con un tono algo soñador - disculpe que la moleste tan temprano, pero tengo un pequeño asunto aquí.
- No se preocupe - respondió algo sorprendida la hermana Marie -, no nos ha importunado en lo absoluto.
- Me alegro - dijo desenfadadamente la mujer rubia, mientras miraba amistosamente a la hermana - ¿Le importaría si entro? Deseo hacer una adopción de una chica.
- Claro - la hermana Marie apenas se despertó de su ensimismamiento habló mucho más tranquila, ya que por lo menos sabía a qué había venido aquella misteriosa mujer - pase, pase. En un momento la llevo con la madre superiora, por cierto, ¿cuál es su nombre?
- Oh, es cierto, olvidé mencionarlo - dijo sorprendida la mujer - Mi nombre es Luna. Luna Scamander. Es un placer conocerle.

***

- Bienvenida, señora Scamander, por favor tome asiento - la madre superiora recibió con bastante alegría a la recién llegada - La hermana Marie me comentó que usted deseaba realizar una adopción.
- Así es, me gustaría adoptar a una niña. De hecho, he venido desde Gran Bretaña hasta aquí, ya que un amigo me había comentado muy bien de este lugar.
- ¿Vino sólo para eso? Es un viaje muy largo... - dijo la madre, sorprendida.
- En realidad no, no me ha costado mucho, además venir a Estados Unidos me ha resultado de lo más interesante.
- ... - la religiosa salió de su asombro de repente -. Bueno, en ese caso, ¿qué clase de niña le gustaría adoptar?
- La verdad... me preguntaba si vive aquí una chica con alguna habilidad extraña o que se haya visto envuelta en situaciones peculiares...
- Pues sí... - la madre suspiró - tenemos a una chica que últimamente nos ha causado algunos problemas. Suele estar en situaciones de lo más extravagantes y extrañas.
- ¿De verdad? - los ojos de la mujer brillaban con una extraña emoción -, y podría decirme ¿cuántos años tiene?
- Pues... tiene once años y medio - respondió la madre ligeramente sorprendida por la emoción de la señora Scamander - Pero en Septiembre recién empezará la secundaria.
- Ya veo - contestó la mujer - en ese caso, ¿podría decirme el nombre de la chica?
- Se llama Allison Parker, pero le diré algo: Usted no es la única que ha querido adoptar a esa niña, pero nadie ha podido. Esa chica tiene la extraña habilidad de influir en las decisiones de las personas, así que siempre logra que no la adopten a ella, sino a algún otro niño. Téngalo muy presente.
- No se preocupe - le respondió la mujer - lo tendré en cuenta.
- En ese caso - dijo la madre -, mandaré a llamar a Allison para que la conozca. - y mientras salía para hablar con uno de los niños del orfanato, la señora Scamander metía su mano izquierda en uno de sus bolsillos y sacaba un pequeño sobre de pergamino escrito con tinta esmeralda, que rezaba: "Srta. A. Parker, habitación 14, Orfanato Hardwalk, Sanborton, Nuevo Hampshire, Estados Unidos". Y antes de que nadie lo notara, el sobre ya había vuelto a su bolsillo.

***

- Allison Parker, te llama la superiora, ¡dice que es urgente! Oh, ¿qué habrás hecho, mi diablilla Parker...? - llegó canturreando Harold McFly con una sonrisa traviesa y bastante diabólica. Él ostentaba el título de ser la única persona capaz de enfadar realmente a Allison Parker.
- Ya cállate McFly. Y si no te importa me voy de aquí.
- Uy uy, la diablilla Parker se ha enfadado, ¡qué tragedia! - pero prefirió callar al ver la mirada furibunda de Allison mientras se encaminaba al despacho de la madre superiora.
Subió por unas viejas escaleras de caracol hasta llegar al tercer piso, pasando por un pequeño pasillo hasta llegar a una desvencijada puerta, la cual tocó para recibir un grave "pase". La chica entró suavemente y cerró la puerta a sus espaldas. Frente a ella se encontraban la madre superiora, sor Wilhelmina, con su aspecto severo de siempre, y la misteriosa mujer de la que hablaba la hermana Marie después del desayuno. Esta última le dedicó una tranquilizadora sonrisa.
- Bien Allison, supongo que sabrás el porqué te he mandado llamar.
- Me lo imagino, madre. - respondió la chica de manera respetuosa. Si algo había aprendido en once años de vivir en Hardwalk, era que con sor Wilhelmina había que tener mucho cuidado.
- Está bien. Te presento a la señora Luna Scamander, ella viene de Gran Bretaña para adoptar, y se ha interesado en ti.
- Es un placer conocerte, Allison - dijo la señora Scamander, dándole la mano a Allison, que se la estrechó un poco cohibida, debido al aspecto de la mujer.
Ella vestía de manera sencilla, aunque se notaba que el suéter azul marino, los vaqueros, sus botas cafés y su chaqueta eran de buena calidad. En ese momento Allison se dio cuenta de que llevaba puesta ropa que se le había entregado ya usada, y el estampado ya casi ni se le notaba el color de su suéter y su pantalón estaba demasiado grande para ella, aparte de los tenis gastados. Se quedó pensando en eso hasta que se dio cuenta de que las dos mujeres la estaban mirando, pidiéndole con la mirada que respondiera al saludo de la rubia.
- Es... un placer, señora Scamander.
- Bien - sor Wilhelmina se levantó de su asiento y se acercó a las otras dos mujeres (adulta y niña) - ya que se han presentado, señora Scamander, Allison, ¿les parece que se conozcan un poco más? Allison, ¿te importaría llevar a la señora Scamander a tu cuarto?
- ¿Eh? No, para nada, si no le molesta a la señora Scamander... - miró interrogante a la mujer, quien negó con la cabeza.
- No hay problema, podemos ir - dicho esto se levanta de la silla y luego de haber dado una pequeña reverencia a la religiosa, ella y la pequeña se alejaron.
- Espero que no haya problemas... - la religiosa suspiró y volvió a su escritorio.

- Bien, pase. Ah, y por favor disculpe el desorden - la chica, que continuaba cohibida, dejó pasar a la mujer, que observó detenidamente la habitación de la pequeña. Se veían varios dibujos en las paredes, uno de ellos que mostraba una lechuza negra como la noche y otra blanca como la nieve volando hacia un castillo antiguo. Luna se acercó para observar detenidamente el dibujo. Le pareció bastante bonito. Vio también que la chica tenía unos cuantos libros, todos sobre magia y cosas parecidas, y se sonrió. Recordó a cierto amigo de la adolescencia...
- Escucha, Allison. - la chica miró sorprendida a la mujer - La verdad es que no vengo sólo a adoptarte, sino a llevarte a un colegio muy especial, y en el cual has tenido plaza desde que naciste.
- ¿De verdad? - la mujer asintió. - Es extraño, no creo que mis padres me hayan reservado una plaza en un colegio de Gran Bretaña, de hecho, ni siquiera pienso que a mis padres les haya importado yo...
- ¿Acaso importa? - la niña la miró sorprendida - No pienses en eso, mejor piensa en que la escuela a la que vas no es ninguna escuela normal.
- ¿A qué se refiere?
- A esto: eres una bruja, Allison. Lo entenderás mejor si lees esta carta. - le entrega a la niña el sobre de pergamino. La chica lo abre para leer lo siguiente:

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Director: Profesor Terrence Cartwright 
Orden de Merlín, Segunda Clase.

Estimada Srta. Parker:

Me complace informarle que se le ha sido concedida una vacante en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, revise la lista de materiales necesarios que se le adjunta.
También se le entrega el boleto para su tren, desde Londres hasta la escuela.
La Sra. Luna Scamander es desde hoy su madrina bruja, dada su condición de huérfana, usted se quedará en la residencia Scamander durante las vacaciones, a menos que se encuentre a alguien más apto para obtener su custodia. Esto se ajusta al Decreto de Enseñanza nº392 del Ministerio de Magia.
Las clases comienzan el 1ro de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de Julio.

Se despide cordialmente,
Horace Slughorn
Subdirector

- ¿Una escuela de magia? - preguntó la chica apenas terminó de leer la carta.
- Exactamente. Y no es sólo una escuela de magia, sino que es una de las mejores en toda Europa.
- Es una broma, ¿verdad? ¿Yo, una bruja? - preguntó sorprendida la chica.
- ¿Y por qué no? Yo lo soy - dijo alegremente la mujer, mientras sacaba su varita y apuntaba a la cama -algo deshecha- de la chica, haciendo que la ropa de cama se ordenara sola ante los atónitos ojos de la niña. -, tú también naciste con esta habilidad.
- En ese caso... - la chica pensó en las veces que sus compañeros resultaban lastimados luego de burlarse de ella. - lo que les pasó... se lo merecían, pero no quería que fuera por mi culpa...
- No te preocupes - dijo la mujer, que comprendió las palabras de la niña - de todos modos la magia a esta edad es inestable, y cuesta controlarla. Bueno, ¿qué dices? ¿Vienes conmigo? ¿O necesitas más pruebas?
- ... - la chica se lo pensó un momento para luego contestar - De acuerdo, me voy contigo.
- Bien - dijo alegre la mujer -, mandaré la lechuza a McGonagall y después voy a arreglar los asuntos de la adopción. Estas cosas muggles son tan extrañas... Bueno Allison, por mientras arregla unas cuantas cosas, después de todo vamos a comprarte ropa y todo eso, así que lleva lo más indispensable - mientras la mujer escribía una carta y la ataba a una lechuza que se apareció de repente en la ventana, la chica sin dudar metió sus libros y algunos instrumentos de dibujo en una mochila, además de sus útiles de aseo, mientras pensaba en cuál sería el significado de la palabra muggle. Para cuando tuvo todo listo, Luna ya se había marchado a hacer los trámites de adopción y había aparecido Harold McFly.
- Vaya, Parker, ¿así que finalmente te han echado del orfanato? Ya decía yo que estaban tardando...
- Te equivocas - dijo con una sonrisa radiante - me acaban de adoptar y me voy al mejor lugar del mundo.
- No puedo creerlo... ¡pero si a ti nunca te adoptan! - apuntó con el dedo a la chica con la mandíbula desencajada - Antes me adoptarían a mí que a ti
- Pues te quedas aquí McFly, y yo me voy, así que creo que eso no es cierto, jeje - en ese momento, Luna regresó.
- Vamos Allison, nos vamos a Inglaterra.
- De acuerdo - y riéndose en silencio del rostro de McFly, mezcla entre rabia y sorpresa, salieron del orfanato Hardwalk, al que Allison Parker le dice... adiós.

El viaje fue un poco largo, pero era la primera vez que Allison andaba en avión. Estuvo mirando el cielo por la ventanilla todo el viaje. Luego de descender del avión, Luna llevó a Allison a una extraña posada, llamada El Caldero Chorreante, donde atendía una buena mujer y sus hijas, aparte de un hombre que se enteró le daría clases en Hogwarts, concretamente de Herbología: el profesor Longbottom. Luego fueron a una tienda muggle -que como le explicó Luna, era el nombre que se le daba a la gente no mágica- y compraron bastante ropa muggle para Allison, que le durarían seguramente para un par de años. Al regresar al Caldero Chorreante estaban sumamente cansadas, y luego de un par de horas de descanso bajaron a comer.
- ¿Jugo de calabaza, Allison?
- Muchas gracias - mientras recibía la copa, un hombre fornido entraba en el lugar. Por lo que Allison pudo apreciar, tenía el largo cabello y la poblada barba muy enmarañados, y era realmente grande. A pesar de todo, la chica no tuvo miedo, ni siquiera cuando se acercó a Luna y ella con sus pasos fuertes y seguros.
- Hola Luna, ¿cómo estás?
- Ah, hola Hagrid - respondió alegre la mujer - Allison, te presento a Rubeus Hagrid, Guardián de Llaves y Terrenos en Hogwarts y profesor del optativo de Cuidado de Criaturas Mágicas.
- Luna, no digas eso con ese tono, me voy a sonrojar - Allison rió suavemente mientras le saludaba con la mano.
- Es un placer Hagrid, soy Allison Parker - Hagrid le aceptó la mano a la chica y se sentó.
- Encantado Allison. ¡Oye Hannah! Si no es mucho problema, ¿podrías traerme un jarro de hidromiel con especias? - le preguntó a la mujer que atendía.
- Claro Hagrid, ahora mismo la llevo - contestó animadamente la mujer. Unos momentos más tarde Hagrid estaba disfrutando de su jarro de hidromiel mientras conversaban animadamente sobre magia. Obviamente, Allison quería saber todo. Conversaron de asignaturas, profesores, la escuela, quidditch, escobas, historia mágica reciente, y finalmente llegó el tema de los materiales.
- ¿Ya han comprado todo? - inquirió curioso el guardabosques.
- Pues no, apenas y hemos ido al Callejón Diagon - respondió Luna.
- Entonces ¿les parece que les acompañe? - se ofreció con una sonrisa
- Por mí encantada, gracias Hagrid - sonrió Allison.
Dicho esto fueron a comprar. El lugar era increíble, podían comprar todo de primera calidad gracias a la señora Scamander -por lo cual tuvieron que pasar a Gringotts y conoció a los duendes- y mientras la chica se probaba túnicas, Luna iba a revisar los libros y Hagrid compraba una lechuza castaña con motas blancas, a la que la niña llamó Snowings, porque le parecían motas de nieve sobre la tierra. Luego de que tuvieran todo, se encaminaron a la tienda de Ollivander's.
Estaba algo polvoriento, y apenas la chica entró apareció un hombre de cabello y ojos grises. Después de probar y probar, encontraron su varita perfecta: Abedul y núcleo de pelo de unicornio, 29 centímetros. Muy buena para encantamientos, según palabras del propio Ollivander. Pagó la varita y fue a la tienda de Artículos para el juego de Quidditch, donde le compraron una Saeta de Fuego. Terminadas todas las compras, se despidieron de Hagrid, fueron al Caldero Chorreante y se durmieron.


Notas de capítulo: Lo sé, el final me quedó asqueroso, pero es que no tenía mucho tiempo.
En un rato más subo un título más molón y les dejo unas cosillas en el menú de al lado, que se ve bien vacío.



Besos mágicos de

Luna Black

Comenzando: Porque no terminó todo en Deathly Hallows...

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Aquí comienzo con un proyecto que he tenido durante mucho tiempo y que tenía planeado comenzar a publicar una vez se terminara la ya archiconocida saga de Harry Potter. Esta historia va a tratar sobre Albus Severus, el hijo segundo de Harry y Ginny, pero sin dejar de lado a sus hermanos James Sirius y Lily Luna. Por cierto, yo de verdad me llamo Luna. Curiosidades de la vida...
El capítulo 1 se subirá apenas suba esta entrada. Ya verán que será un poco distinto de lo que se conoce como típico principio con el protagonista indiscutido, pero así me gustan las cosas. xD.

Sin más preámbulos, los dejo a las puertas de Hogwarts y que la magia comience.

Luna Black